LA IMPROVISACION EN LA MUSICA. Por Antonio Juárez Bayón.- (13-12-15).
La música habla un lenguaje que entiende todo el mundo. Pero… ¿Que
es Improvisar música? La palabra improvisación deriva del latín “improvisus” que significa imprevisto. Así que improvisar, en general, es realizar algo sin haberlo
preparado con anterioridad.
En el campo de la música la improvisación, podríamos definirla como, el
arte de crear y ejecutar música de manera espontanea y en tiempo real. Es por tanto, un recurso que permite al ejecutante desarrollar la capacidad creativa e interpretativa sin previa preparación, para la que hay
que reunir, según reconocidos especialistas, determinados cualidades como son: la originalidad, fluidez de expresión y de pensamiento, inteligencia alta, imaginación, creatividad y memoria.
La mayoría de la gente piensa que la improvisación es una de las formas de interpretar música de Jazz solamente, dando la sensación de que la improvisación nace o aparece con la música de Jazz.
Pero esto no es así, y digo que no es así, porque la improvisación se inicia y practica mucho antes y con gran éxito en la música culta, docta o clásica
, por grandes compositores e intérpretes como Bach, Haendel, Mozart, Beethoven , Frecoboldi, Buxetehude, etc., en la época barroca , entre 1600 y 1750 . También se practica con frecuencia
en la interpretación de las cadenzas, que aunque estén escritas, el solista improvisa y las ejecuta a su gusto y a su manera. Ejemplos de ello pueden ser Mozart, Liszt o el pianista Robert Levin,
etc. etc. No obstante, hay que decir que hoy día la improvisación en la música clásica no es muy practicada.
Por consiguiente, hay que resaltar que nace y se practica mucho
antes en la música culta que en el Jazz. Sencillamente, porque allá por el 1600, ni siquiera existía el Jazz, ya que este empieza a surgir a finales del siglo XIX, en los EE.UU,
por la fusión de la música africana y la europea, a raíz de la llegada de esclavos africanos a ese país, donde se fue expandiendo de tal manera, que incluso se llegó a decir de este tipo de música
que… “el Jazz es improvisación la Improvisación es Jazz ”. De ahí que exista aun cierta creencia (errónea), de que la improvisación nació con el Jazz. Dicho esto, surge la siguiente pregunta:
¿Se puede entonces aprender a improvisar?-
Como veremos más adelante,
la pregunta no tiene una respuesta fácil en sentido afirmativo o negativo. No obstante, con el fin de que cada uno pueda inclinarse por una respuesta positiva o negativa a la pregunta, sería conveniente clasificar a los profesionales
de la música que ejecutan instrumentos, en dos grandes grupos: Uno, aquel donde los futuros improvisadores se apoyan para aprender a improvisar en amplios conocimientos teóricos, armónicos y técnicos y otro,
donde los futuros improvisadores se apoyan, fundamentalmente, en las condiciones innatas, de que están dotados por la naturaleza para el arte de la música.
En el primer caso,
según tiene dicho el violinista japonés Dr. Suzuki 1898-1998), la música no es un don innato, sino que puede aprenderse y desarrollarse. Por tanto sobre la base de esta teoría podríamos decir
que la improvisación musical puede aprenderse y desarrollarse de igual modo que podemos aprender un segundo idioma tras haber aprendido palabras, frases, verbos, estructuras gramaticales y un poco de práctica.
De ser así, no se ven obstáculos para que los músicos aprendiendo también escalas, arpegios, patrones de notas y frases musicales, puedan después combinarlos y luego expresar una idea musical. Eso
sí, con la condición de que esa idea musical ha de ser aceptable. Es decir, que tenga coherencia y relación con la estructura general del tema. Así pues, según esta tesis la improvisación
puede aprenderse.
En sentido contrario y con otra visión diferente, están todos aquellos pensadores y estudiosos, del comportamiento de la naturaleza humana, que basándose en que la música
es una facultad innata en el ser humano, defienden que hay quien incluso ha aprendido a improvisar en muy corto espacio de tiempo apoyándose en ese don o facultad con el que ha nacido. Pongamos un ejemplo: Tú puedes decir “La
primavera es alegre”, sin pensar como lo has de decir, o el verbo que has de utilizar, lo dices y ya está porque lo has oído. Por tanto, lo que hay que aprender a decir es la frase. Eso sí y como en el caso anterior,
dicha frase ha de estar dentro del contexto de la conversación. Pues bien, lo mismo en la improvisación musical, no es necesario en absoluto pensar en términos de escalas, arpegios y acordes, sino que basándose
en el oído y en la intuición se crean y combinan melodías y ritmos hasta dar origen a frases musicales completas de gran gusto originalidad.
Es más, los grandes de la improvisación, aprendieron a improvisar de oído escuchando e imitando frases y solos una y otra vez, hasta gravarlos en su mente para luego repetirlos. ¿Pero es esto realmente improvisación?..
Según el saxofonista George Garzone, parece que no, puesto que según él, “la magia de la improvisación consiste en no repetir ideas y ser lo más melódico posible”. Efectivamente: improvisar,
es realizar algo sin haberlo preparado con anterioridad como dije al principio .Por eso, la respuesta no es tan sencilla como parece.
Aspectos
teorico-practicos.-
Dentro de la improvisación, podemos distinguir técnicamente dos grandes formas: la improvisación reglada y la improvisación libre.
La improvisación reglada.- Este tipo de improvisación, a la que pertenecerían los músicos del primer grupo, está sujeta a normas
fijas y rígidas, progresión de acordes y escalas que se corresponden con las leyes de la tonalidad, utilizando para su práctica diferentes recursos, tales como los modos griegos y las escalas de 5 sonidos,
conocidas como las pentatónicas mayores y menores, muy típicas en la música occidental (Do, Re, Mi, Sol, La) y (La, Do, Re, Mi, Sol) respectivamente. Este tipo de escalas carecen
de grados o distancias de semitono y no hay que tener en cuenta la tónica, la nota dominante o la nota sensible. De ellas, se derivan las pentatónicas blues, cuya melodía da sensación de desafinación.
Pero en todo caso, se trata de una desafinación controlada muy interesante. Otro tipo de escala muy utilizada también en la improvisación ha sido y es la escala menor melódica.
La improvisación libre.- Este tipo de improvisación, a la que pertenecen los músicos del segundo grupo, tiene más que ver con las condiciones
innatas del músico, donde la memoria y sobre todo el oído juegan un papel importantísimo. Pues es el oído, el que determina la dirección particular que ha de seguir el improvisador
y la calidad de la improvisación. Por tanto, es aquella en la que el músico traslada intuitivamente al instrumento la melodía y la armonía que siente en su interior en tiempo real sobre una base,
aparentemente sencilla, de que… “improvisar es hablar música”.
Importancia de los elementos técnicos.-
En cuanto a los elementos técnicos que intervienen en la improvisación, es importantes tenerlos dominados. Cuanto más ricos y variados sean los recursos del improvisador más interesantes
serán sus improvisaciones, ya que todo lo que requiera de una atención a la técnica de la digitación y demás, nos quitará la posibilidad de dedicarnos por completo a la concentración sobre la creatividad
en el momento de la improvisación. Por consiguiente, además de tener un buen instrumento y dominar la técnica de la digitación, debemos, conocer todas las escalas, arpegios y algo de armonía.
En mi modesta opinión, estimo que el éxito está en combinar si es posible, ambas formas de improvisación a las que he aludido antes, puesto que son complementarias. Esa complementariedad,
es lo que hace el tándem perfecto para llegar a ser un virtuoso de la improvisación.
Como se desarrolla la improvisación
en grupo.-
La improvisación en sí misma, es como una especie de habilidad para contar una historia, donde no importa solo lo que se dice, sino también como se dice,
donde el improvisador es alguien que utilizando algo inexistente lo vierte y lo transforma convirtiéndolo en algo suyo, lo que implica al mismo tiempo, una cierta responsabilidad para abordar el tema con éxito. Esto nos recuerda al
musicólogo estadounidense Robert Levin (1947), cuando dice: ( y no le falta razón). “el músico en la improvisación corre un gran riesgo, es como caminar por la cuerda floja sobre el precipicio
y llegar al otro lado”.
Esta especie de magia que es la improvisación, cuando se desarrolla en grupo exige conocer también, la técnica adecuada para desenvolverse
con soltura dentro del mismo, por lo que el improvisador debe conocer, principalmente, el lenguaje del Jazz y sus distintos dialectos (swing, bebop, hard hop, etc. etc.), la forma de frasear, la cantidad de compases de que dispone
cada solista, turno de intervenciones (pactado con anterioridad), la armonía original y la estructura del tema, etc..
Estructura del tema.-
En el tema en general suelen distinguirse cinco partes principales:
Introducción: En esta parte se fija el carácter de la obra.
Tema: Parte donde se encuentra la melodía.
Vueltas: Aquí los músicos desarrollan el turno de solos.
Vuelta a tema: Se vuelve a ejecutar
la melodía.
Coda: Parte donde se da por concluida la interpretación de los músicos.
Como hemos
visto, los criterios, teorías normas, y reglas que hoy día existen a cerca del conocimiento y práctica de la improvisación, abarca aspectos no solo musicológicos y psicofísicos,
sino de toda índole, al tratarse de un arte íntimamente ligado con la creatividad y espontaneidad de los sentimientos del músico, donde como digo, las facultades innatas y el oído, juegan un papel importantísimo
en el aprendizaje de la improvisación.
Para finalizar este interesante tema, significar como datos interesantes, que los “solos improvisados” en la música de Jazz,
comenzaron a partir de 1920, con la aparición del swing y la incorporación del saxofón en las grandes orquestas, y que aunque hay una corriente que opina que en los últimos 20 años el Jazz
ha ido a menos, otros sin embargo indican que goza de excelente salud y que incluso ha desplazado al rock y al pop.
Así las cosas, creo que el tema de la improvisación no ha sido
tratado por los, musicólogos, profesores, estudiosos, pedagogos y profesionales de la música, con la dedicación y esmero que merece tal especialidad, lo que me lleva a pensar que el futuro del Jazz es impredecible.
No obstante, es motivo de alegría el hecho de que hoy día en la enseñanza musical superior, la improvisación sea una asignatura obligatoria, me parece una noticia extraordinariamente importante.
De todas las formas y para terminar, deciros que aquí he tratado de aportar un poco de luz sobre el tema de la improvisación con el fin de que sea más fácil saber el porqué
de la misma y llegar a comprenderla mejor. No obstante, cada uno sacará sus propia conclusiones como es lógico, pero si
le gusta la improvisación, que sepa que necesita formación constancia y perseverancia en el estudio de la misma y sobre todo, escuchar mucho a los grandes de la improvisación
tratando de imitarlos.
Espero vuestros comentarios. Saludos.