LAS "TRANQUILLAS”: (Posiciones Alternativas). Por Antonio Juárez Bayón,- (3-10-14)
A veces no resulta fácil encontrar la definición exacta de una palabra que solemos utilizar los músicos, como es el caso de la palabra TRANQUILLA,pero podríamos
definirla como una especie técnica especial, en la combinación de posiciones de los dedos, con el fin de obtener una nota o sonido determinado, en otro u otros lugares distintos al reservado para esa nota o sonido
en su posición real.
El empleo de estas posiciones alternativas, “tranquillas”, no es nuevo, desde tiempos muy remotos los pastores, en las montañas de Santander fabricaban sus
propios instrumentos, pitos, dulzainas, flautas, etc., y ejecutaban las canciones populares empleando todo tipo de posiciones y combinaciones diversas que les permitían, con ayuda del labio, interpretar los diferentes
tonos y modos recogidos en el cancionero popular que se transmitía de padres a hijos. El grupo, vamos a decir "artistico", lo componía el Tamboritero y el Pitero. Como es obvio, el
pitero era el que tocaba el "Pito", instrumento semejante a la dulzaina, en el que se manejan generalmente tres llaves de las siete que tiene, por lo que precisa de una gran habilidad para tocarlo.
El pitero, pues, utiliza
un juego combinado de las llaves, que le permite ejecutar los más difíciles pasajes y melodías y que con las simples posiciones reales esto le sería prácticamente imposible.Vemos pues que, el empleo por
estos músicos de estas posiciones alternativas era habitual, les resultaba además muy útil, las sabían de memoria, eran músicos de oído, de alma, de corazón. A pesar del paso del tiempo,
y el avance de la tecnología en la fabricación de instrumentos más perfectos, dicha técnica (empleo de posiciones alternativas),se sigue utilizando en nuestros días, aunque no lo suficiente, en los diferentes instrumentos
de viento. En el caso del saxofón, clarinete, etc, sigue siendo necesario el empleo de posiciones alternativas propias, porque no se ha superado, en su fabricación, las imperfecciones técnicas de que adolece,
como para dejar de utilizarlas. El saxofón es en el registro grave y en el agudo muy imperfecto todavía, de ahí que estos inconvenientes mecánicos, que limitan la ejecución, precisen del conocimiento, estudio, y aplicación de tranquillas, para dominar la técnica de la digitación
en su totalidad y en toda la extensión del instrumento.
El prestigioso saxofonista frances Daniel Deffayet, paradigma del sonido clásico y de depurada técnica, no solo las empleaba sino que las recomendaba
a sus alumnos. Las posiciones alternativas o tranquillas, son muy útiles para facilitar la ejecución de determinados pasajes, pero sin embargo, muy poco conocidas por los saxofonistas. Asimismo, hay que significar,
en contra de la opinión de otros expertos, y para evitar malos entendidos, que no es aconsejable o conveniente (salvo casos muy excepcionales), utilizarlas con el fin de conseguir una mejor
afinación de determinadas notas. Las indicaciones que se hacen de estas posiciones alternativas en el Método “SAXOFONCROMATICO”, del Profesor Antonio Juárez Bayón, establecen la posibilidad
de producir la nota deseada, pero la nota debe ser oída y sentida previamente por el saxofonista para encajar su afinación. Por lo tanto, tienen un carácter pedagógico y orientativo, con el fin de que el saxofonista las conozca, las estudie y las pueda utilizar cuando proceda, pues se da el caso de que algunas partituras están plagadas de llaves y número de dedos a utilizar,
etc., para ejecutar la nota, lo cual dificulta la lectura y además no dejan al interprete la libertad de utilizar la posición más adecuada para cada pasaje concreto.
Por lo tanto, opino que es el instrumentista el que
conociendo y dominando toda esa gama de posiciones alternativas que existen, el que debe utilizar la más conveniente en cada caso, sin que necesidad de anotaciones al respecto en la partitura. Saludos amigos.